25 de febrero de 2007

lo más esperado...

Esta noche tendrá lugar en el Teatro Kodak de Los Ángeles la ceremonia entrega de los Oscars. Una estatuilla dorada de unos 35 cms de alto y casi 4 kilos de peso que representa un hombre desnudo sosteniendo una espada que aguarda de pie sobre un rollo de película con cinco radios. Cada radio representa a cada una de las categorías de profesionales en las que se dividen los premios: directores, guionistas, actores, técnicos y productores.

En su 79 edición cuenta con 16 nominaciones latinas todo un récord y ya se escuchan los primeros rumores de vencedores y vencidos, pero no será hasta esta noche cuando sabremos si el milagro puede tener lugar. Me gustaría poder comentar las nominaciones y hacer mi propia quiniela de ganadores, pero este año apenas he podido ir a ver la mitad de las películas candidatas. Así que os recomiendo una visita al blog de Mr Daho que sí hace las suyas. Acertará??


De lo que ya podemos estar seguros es que esta será la madrugada de las estrellas donde se darán cita la belleza, el glamour, las joyas, los mejores vestuarios y el mejor calzado. Y que mañana Penélope Cruz abrirá el telediario con o sin estatuilla.

Hoy os voy a enseñar mi Oscar que está siendo realmente lo más esperado: mi maqueta. Es el oscar al mejor director, a la mejor película extranjera, a la mejor actriz y al mejor vestuario.

Pesa casi tanto como la estatuilla, pero las dimensiones son espectaculares con sus aproximadamente 70x75cm y su altura de 40cm. Su belleza es la recompensa a tantos días de trabajo y a tantas noches en vela. Ha cambiado varias veces de forma, de material, de tamaño… y es que, en tanto tiempo de entrega, he cambiado hasta yo.








Desde aquí tengo que darle las gracias a Carlos por ayudarme a terminarla, por tranquilizarme y animarme cuando ya no podía más y por todas esas charlas para ponernos al día (menudas vueltas que le hemos dado al mundo!!!).

23 de febrero de 2007

... a Pablo Neruda




Hoy quería rendir este pequeño homenaje desde aquí a este poeta chileno y a uno de sus poemas que siempre me ha cautivado, “inclinado en las tardes tiro mis tristes redes”. Con él me quería estrenar porque de él he secuestrado mi nombre y porque esta pequeña obra “veinte poemas de amor y una canción desesperada” la he releído en muchas noches de sueños robados.

Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.

Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.

Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.

Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.

Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo

Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.


Me hubiera gustado conocer a este hombre de fuerte personalidad y férreos principios que defendió no sólo en su país sino también fuera de sus fronteras. Espero que la luz de sus ojos oceánicos ayude a guiar los míos y que este océano que media entre nosotros no haga más que unirnos.
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